Aprendizaje cooperativo
Forma parte de nuestro carácter propio promover en los alumnos la responsabilidad personal y colectiva, el sentido del deber, la toma de conciencia acerca de las injusticias sociales y el compromiso a favor de una sociedad más justa y fraterna.
Es prioridad para nosotros desarrollar en nuestros alumnos una inteligencia emocional, que les permita comprender a los demás y comunicarse de forma eficaz y no violenta, creando una comunidad de aprendizaje en la que los alumnos se preocupan mutuamente, unos de otros, por su éxito personal y académico.
Es por todo esto por lo que implementamos el aprendizaje cooperativo en todas las etapas de nuestro centro.
El aprendizaje cooperativo «es un aprendizaje gradual en el que cada miembro y todos se sienten mutuamente comprometidos con el aprendizaje de los demás, generando una interdependencia positiva que no implique competencia». (Johnson y Johnson, 1998)
Interdependencia positiva
Une a los miembros del grupo en torno a un objetivo en común, les da una razón concreta para actuar.
Responsabilidad individual y grupal
El aprendizaje cooperativo hace de cada alumno un individuo más fuerte. El grupo debe asumir la responsabilidad de alcanzar sus objetivos, y cada miembro será responsable de cumplir con la parte del trabajo que le corresponda. Nadie puede aprovecharse del trabajo de otros.
Habilidades interpersonales
La cooperación conduce aun mayor empeño en alcanzar los objetivos, a la generación de relaciones interpersonales más positivas y a una mayor salud mental que los métodos competitivo e individualista.
Interacción estimuladora
Al promover personalmente el aprendizaje de los demás, los miembros del grupo adquieren un compromiso personal unos con otros y con sus objetivos comunes.
Evaluación grupal
Los miembros del grupo valoran en qué medida están alcanzando sus metas y manteniendo relaciones de trabajo eficaces. Para ello, analizan cuidadosamente cómo están trabajando juntos y cómo pueden acrecentar la eficacia del grupo.